NADA NUEVO BAJO EL SOL

01 Jul, 2024 galiciaunica Radio única

Por J.J. García Pena

Mientras Roma se incendiaba, Nerón, tañendo su lira, cantaba mientras disfrutaba del fuego que, según las malas lenguas, él mismo, rebuscando lo sublime en el dolor, había ordenado encender.

Calígula, orate hipersensitivo, nombró cónsul a su caballo Incitatus.

Hitler culpó de todos los males de Alemania a los “malditos” judíos.

Milei, creyéndose un nuevo Messi-as, monta su show incalificable ajeno al hambre de su pueblo, escucha los consejos de sus perros y culpa de todos los males de Argentina (y del mundo) a “los malditos» comunistas.

Como vemos, nada nuevo bajo el Sol. Y si no, que te lo cuente (cante) Gardel. ¡Escuchad al Mago, botija!:

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INFELICES

Mira por dónde soy un privilegiado. Yo me siento feliz. Sí, gracias a una esposa de las de postguerra; tres hijos y un yerno de la generación JASP; y un nieto y tres nietas que son los que alumbran mi esperanza de un futuro al que quizá no llegue, pero que me hará feliz cuando lo contemple desde el espacio.

—– ¿Y tú, mi amiga, mi amigo? ¿Eres feliz?

—– En estos tiempos, más o menos…

Te lo pregunto porque he descubierto “IndexLife” una iniciativa demoscópica conjunta del Instituto de Prospectiva Internacional, el Grupo Cofares y la Agencia EFE. Se trata de un barómetro para averiguar la incertidumbre, la irritación, el descontento y la indignación con la que viven la mayoría de los españoles.

Y el primer resultado que se nos facilita es este:

En Cataluña, el 81’81 por ciento son infelices. En Galicia lo son el 76’92 por ciento. Y Asturias y Canarias, tienen ambas un 75 por ciento de infelices.

—– ¿Pero tú te lo crees?

—– Si no fuese por la “leiriña” hasta podía ser… Lo de Galicia, digo.

A ver.

Un país con un clima como el nuestro en el que el agua hace florecer el paisaje más increíble y las rayoliñas provocan la luz que inspira el arte…

Donde la “leiriña” te da los mejores alimentos y en los prados verdescentes pasta la mejor ternera del mundo; en donde existen y subsisten dos mares y quince rías para que se refugien los mejores pescados y mariscos….

Una Tierra que celebra todos los años más de 4.000 fiestas, verbenas y romerías…

—– ¿Cómo nos vamos a sentir infelices?

—– Si acaso estaremos espiritualmente cansados de tanto tópico que nos adjudican y de tanta troula…

Pruebe usted a venir, señor del barómetro, a pasar unos días entre nosotros y verá lo infelices que somos.

NOS QUIEREN ESCLAVOS, JOVEN.

El otro día compartí cerveza sin alcohol con un viejo amigo recién llegado de Venezuela, de los que vinieron para quedarse. Es uno de los muchos que llegaron echando pestes de Maduro y del dichoso “chavismo”, nombre de batalla qué se le dio en el nuevo Caribe al viejo marxismo cubano, el del partido único. Agustín Neira, incansable trabajador, llevaba en Caracas más de la mitad de su vida y lo primero que me comentó con recuperada retranca gallega fue:

—– Así que… Aquí estamos en crisis, ¿No?

—– Pues sí, salvo los ricos y los políticos…. los demás estamos en crisis.

—– ¡Crisis es no tener para comer!

—– Hombre… hambre lo que se dice hambre, no pasamos… ¡Algunos! Y a otros se la cura Caritas.

—– ¡Qué sabréis vosotros lo que es una crisis!

En ese momento me acordé de la señora presidenta del Banco Central Europeo. Christine Lagarde es una parisina de armas tomar que reparte a los demás consejos que ella jamás se aplicaría a sí misma y menos a sus 68 tacos en estado de buen ver. Ya ves, tiene pinta de señora estupenda para sus amigos… a quienes les transmite sus geniales ideas a la hora del espléndido almuerzo que se da a nuestra salud. He aquí alguna de sus últimas sentencias…

—– Europa ha de bajar el salario mínimo y reducir la presión fiscal para elevar el empleo juvenil…

—– ¡Toma ya! ¡Gran idea! –aplaude el dueño de unas cuantas fábricas textiles de Sabadell, que hoy tuvo el honor de sentarse a su mesa.

—– Sí, sí… Y además hay que reformar los subsidios de desempleo, porque están muy altos.

—– Bueno, con cuidado, no vaya a ser que se cabree mucho el personal, que ya te has enterado de lo que pasó en las europeas…

—– Los análisis empíricos muestran que unos mayores costes de contratación (mayor presión fiscal y mayores salarios mínimos respecto al salario medio) se asocian a unas mayores tasas de paro tanto entre los jóvenes como en los adultos…

—– Claro, claro… Yo a mis aprendices les pago lo mínimo-mínimo para ganar yo lo máximo-máximo… ¡Si no, no los contrato!

Los aprendices en España cobran lo que el patrón les paga y malviven apoyándose en su familia. Son los más débiles de una sociedad que iba para perfecta pero que terminó víctima de sus imperfecciones.

No se puede permitir la desigualdad absoluta, que presuman de empresarios aquellos que quieren que volvamos a la esclavitud del siglo XIX, cuando las mansiones no dejaban ver la chabola del barrio de al lado…

Dicen que la Democracia es el menos malo de los sistemas políticos. Puede que tengan razón porque las ideologías, con perdón, han muerto. Ahora lo único que nos queda es el voto. Lo malo es que, cuando los ciudadanos votamos, lo hacemos a unos señores que responden a otros intereses…

—– Maduro es malo, chico… No sabes tú como está la vaina…

—– Supongo que como terminará aquí si alguien no le pone freno a tanta avaricia…

PALESTINA

Fíjate en Palestina, un pueblo al que asesinan aquellos cuyos ancestros fueron asesinados. Resulta incomprensible que quienes han sufrido en las carnes de sus antepasados la tortura del nazismo, siembren la muerte por aire y tierra, con aviones, tanques y soldados entrenados para matar.

Leo y veo tanto odio, mi gente, que he vuelto a rezar a mi Dios Mayor para que ponga freno a tanta maldad en la que, en honor a él, llamamos Tierra Santa, los unos y los otros. Porque no será Biden quien ponga final a esta tragedia. Ni la ONU. Ni Europa. A los poderosos solo les interesa la inversión judía en el mundo. El dinero, amigo, el puto dinero.

¡Que Alá lleve al Paraíso a esos miles de inocentes cuya sangre tiñe los escombros de los barrios más pobres de Gaza!

LOS RODRÍGUEZ

Creo que ahora sí, ya estamos en verano porque a Playa Carreira han vuelto los vientos “elíseos”, que son los que vienen del “surdés” dándole con gusto; en mi “surdés” está la casa de mi amigo y excelente compañero de media vida Eliseo Otero.

Por eso hoy, mientras la masa se apoltrona en la arena de ochocientas playas, yo prefiero la soledad urbana en donde puedes ver y escuchar cosas increíbles que pasan cuando el calor aprieta sobre las rúas empedradas…

—– Oye, mi amor. Rápido que se me acaba la batería. Mira… Tengo un imprevisto y me quedaré a dormir aquí; así que tú disfruta de la playa. Ya te contaré mañana… Vale, hasta luego cariño, un beso.

El que hablaba era don Ramón, industrial de esta plaza de Compostela y catedrático emérito de la Universidad, al que acompañaba por el Preguntoiro una espléndida moza, vestida con camiseta ajustada de amplio escote y pantalones cortos cortísimos, de esos que llevan ahora las veinteañeras. Tan buena y lozana estaba la joven que se escuchaba el hervor del viejo profesor…

—– Chof, chof, chof,chof…

El sonido partía de su sangre de varón “enviagrado” y la sonrisa era la del cazador poco hábil, de esos que no saben cómo abatir a la presa, con perdón.

Don Ramón me recuerda al Talladas, carnicero de Cudeiro. Estéticamente es tan feo como él y en cuanto a parvo posiblemente le empate. Te lo digo porque no canta ni nada un abuelete, por el centro de la ciudad, haciéndole carantoñas a una mocita que podría ser su nieta.

Esto me recuerda aquel día que volvieron al pueblo los de Alemania y el Talladas se puso a contarles aquella su primera noche…

—– ¿E qué pasou?

—– Pois chegamos a habitación do hotel que era a “ordia” e metímonos na cama…

—– ¿Eh logo…?

—– Eu díxenlle: ¿vemos a televisión ou qué?

—– ¿E ela que che dixo? Conta, conta…

—– Preguntoume: ¿Qué che parece si primeiro “ou que” e despois vemola televisión…?

No me extrañaría que el pobre don Ramón, por lo alborozado que se le veía, también pasase aquella noche viendo la tele…

Ahora que me acuerdo, a esos les llaman por aquí los Rodríguez…

Xerardo Rodríguez

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